En mayo de 1968, mientras los estudiantes franceses buscan la playa que se esconde bajo los adoquines de París, Inés Palou entra en prisión. Condenada por estafa, sus siguientes años serán un calvario que la arrastrará por diferentes cárceles españolas. Unas cárceles anacrónicas y superpobladas de atracadoras, drogadictas, hippies extranjeras y mujeres acusadas de abandono de familia. Allí, sobre jergones sucios y bajo la mirada de monjas y guardianas, Inés le da vueltas a la razón de ser de las prisiones, reflexiona sobre su desgracia y se enamora de otra presa.
A su salida de prisión escribe esta novela en la que cuenta su experiencia a través de Berta, su alter ego. Con un lenguaje cercano nos muestra el ecosistema carcelario del tardofranquismo. Un mundo oscuro, aplastado por el peso de las contradicciones de una dictadura que se resiste a morir. El resultado es un documento de un valor incalculable, uno de los pocos —puede que el único— libro de memorias carcelarias escrito por una presa común en nuestro país.
A su salida de prisión escribe esta novela en la que cuenta su experiencia a través de Berta, su alter ego. Con un lenguaje cercano nos muestra el ecosistema carcelario del tardofranquismo. Un mundo oscuro, aplastado por el peso de las contradicciones de una dictadura que se resiste a morir. El resultado es un documento de un valor incalculable, uno de los pocos —puede que el único— libro de memorias carcelarias escrito por una presa común en nuestro país.
- PVP: 21,50 €
- Precio sin IVA: 20,67€
- ISBN: 978-84-123420-8-6
- Género: Novela, literatura carcelaria, feminismo, lgtbi
- Tamaño: 13,5 x 21 cm
- Número de páginas: 368
- Puesta a la venta: 22 de mayo de 2023
- Fotografía de portada: Pilar Aymerich
Inés Palou Ros (Agramunt, 1923 – Gélida,1975) fue una escritora y autora de dos novelas, Carne apaleada y Operación Dulce, además de numerosos textos y poemas para la revista carcelaria Redención.
Inés nació en el seno de una familia acomodada de provincias. Su vida fue la de cualquier otra mujer burguesa de su tiempo hasta que con cuarenta y ocho años entró en la cárcel por estafa y falsedad documental. Su estancia en prisión la marcó de tal manera que, ante la amenaza de entrar de nuevo en la cárcel, en 1975 se suicidó tirándose a las vías del tren en Gelida, en la provincia de Barcelona. Por aquel entonces Carne apaleada lideraba las listas de ventas y su segunda novela era una de las favoritas para ganar el premio mejor dotado del país. Así se despidió de José Manuel Lara, su editor: «Le sirvo en bandeja de plata el éxito para el próximo Planeta».
Inés nació en el seno de una familia acomodada de provincias. Su vida fue la de cualquier otra mujer burguesa de su tiempo hasta que con cuarenta y ocho años entró en la cárcel por estafa y falsedad documental. Su estancia en prisión la marcó de tal manera que, ante la amenaza de entrar de nuevo en la cárcel, en 1975 se suicidó tirándose a las vías del tren en Gelida, en la provincia de Barcelona. Por aquel entonces Carne apaleada lideraba las listas de ventas y su segunda novela era una de las favoritas para ganar el premio mejor dotado del país. Así se despidió de José Manuel Lara, su editor: «Le sirvo en bandeja de plata el éxito para el próximo Planeta».
Fotografía Pilar Aymerich, 1975
«Un documento único en la historia de la literatura carcelaria española».
«Sí, la vida me ha convertido en un despojo bastardo, con una joroba inmensa que pesa en las espaldas como equipaje de plomo. Esa es la herencia de la cárcel. El pasaporte con que me sellaron al darme la libertad. Entré blanca en prisión y salí con el alma negra. Un espectro de lo que fui. Una sombra de mi presencia de antaño.
Por eso quiero escribir sobre mis experiencias carceleras. Para dar al mundo una idea concreta de lo que son las cárceles. De la escuela de vicio donde se aprenden todas las perversiones y toda la gama delictiva. Un engendro de tormento y dolor creado por el hombre y para el hombre. El hombre —como se dijo— es lobo para el hombre.
Todo cuanto me ha pasado, cuanto he sufrido, ha operado en mí un cambio de piel. No soy la misma. No lo seré ya. De cordero, de blanco cordero manso, me convirtieron en tigre. En tigre rayado. Rayado y fiero, presto a saltar a la primera oportunidad».
Fotografía Pilar Aymerich, 1975